Los treinta son una edad complicada para el interiorismo. Demasiado joven para una casa con grandes muebles de estilo clásico, pero ya algo mayor para un apartamento con muebles improvisados.
Cada persona tiene, por supuesto, su estilo propio. Sin embargo, creemos que hay una lista de objetos y muebles que no puede faltar en un piso de treintañeros. Desde un mueble de televisión gracias al que pasar las noches viendo series, hasta un botellero en el que lucir nuestra colección de vinos tintos.
Y tú, ¿tienes todos los objetos de esta lista de decoración para pisos de treintañeros? ¡Echa un vistazo!
En los tiempos que corren, tener una oficina en casa es casi una necesidad. Por eso, deja de maltratar tu espalda con asientos improvisados que dañarán tu salud a largo plazo. Regálate una verdadera silla de escritorio con respaldo ergonómico.
A los treinta, muchos empezamos a tener el dinero y el tiempo necesarios para adentrarnos en el mundo del vino. Si es tu caso, en tu salón no puede faltar un buen botellero de madera o metálico donde tener siempre a mano tus botellas favoritas.
¿Por qué será que todos tenemos una taza favorita? ¿Tal vez porque es un detalle cargado de humor que nos alegra el día? Sea como sean, una bonita taza personalizada (¡o dos! si vives en pareja) no puede faltar en la casa de un treintañero.
Fitness, yoga, HITT, pesas… las sesiones de entrenamiento se convierten en parte de la vida cotidiana a partir de los 30. Un gimnasio es útil, pero una inversión incluso más funcional consiste en construirse un pequeño espacio dedicado al ejercicio en casa.
foodiecon treinta y muchos, no puede faltar un enorme armario especiero
Si te encantan los canales de cocina en Youtube y no te pierdes la apertura de un restaurante gastronómico, hay un detalle que no puede faltar en tu cocina: un gran cajón especiero donde organizar hasta la última brizna de eneldo.
No esperes más para empezar a cuidarte. Hoy es el mejor día para pensar en encargar por internet un colchón que se adapte a tus patrones de sueño, tamaño corporal y preferencias en cuanto a dureza o suavidad.
Tras años comprando ropa de trabajo, de salir y sport, a veces cuesta dar con suficiente espacio de almacenaje en casa. Asegúrate de contar con centro de tu armario, un canapé bajo tu cama o, mejor aún, un espacio dedicado en un vestidor.
Porque hay noches en que el cuerpo ya no nos pide salir de fiesta, un buen armario para televisión será el complemento fundamental en el piso de un treintañero. Para pasar el fin de semana disfrutando series desde la comodidad del sofá.
Y si lo tuyo son los juegos, no te pierdas estos consejos sobre cómo iluminar una habitación gamer.
Tras años de vivir independiente, habrás comprobado que siempre existen pequeñas reparaciones que hacer en el hogar. En vez de guardar tu martillo en un cajón y tu destornillador en otro, pasa ya a un nivel superior con una verdadera caja de herramientas.
No te preocupes, a los treinta tu belleza resplandece más que nunca. Sin embargo, seguro que apreciarás la luminosidad que te aportará tener un espejo con luz blanca incorporada. Si pruebas uno, te aseguramos que no volverás a verte igual.
La nostalgia es sinónimo de los treinta años. Decorar el salón con la cartelera de aquella película que nos impresionó de adolescentes o amueblar la sala de estar con toques vintage son formas muy humanas de celebrar el paso el tiempo en nuestra casa.