¿Te encantan los mercadillos de muebles antiguos? ¿Te enloquece la segunda mano de objetos clásicos? Si tienes un enlace sentimental con el pasado, entonces la decoración de estilo vintage y retro es ideal para expresar tu manera de ser.
El vintage y lo retro cada vez tiene más fuerza en el mundo del diseño, ya que lo viejo vuelve a ser tendencia. Desde muebles de los años veinte con un toque romántico hasta neveras redondeadas de los cincuenta o memorabilia de los ochenta, hoy en día es fácil encontrar todo esto en las tiendas. Ahora bien, ¿qué diferencia a lo vintage de lo retro o lo shabby chic? ¿Y cómo decorar en casa con gusto y orden, sin que nuestro hogar acabe pareciendo un almacén de objetos viejos?
En el siguiente artículo hablaremos de buenas ideas de decoración vintage para casas modernas en muchos aspectos: qué muebles vintage podemos comprar para cada habitación, qué es exactamente el estilo retro y cómo usar papeles de pared o azules de colores vintage muy originales.
Vintage
es un término que usamos por influencia del inglés, pero a su vez, deriva de la palabra francesa vendage
, un curioso concepto que alude un vino de una buena cosecha. Esta idea con el tiempo ha evolucionado hasta designar a ropa, muebles, decoraciones, joyas y todo objeto antiguo pero de gran calidad. Para los coleccionistas lo vintage destaca por su historia, influencia y significado añadido; para el mundo de la moda, diseño y decoración, lo vintage se ha convertido en una manera de expresar una personalidad diferente, que mira al pasado y al futuro a la vez.
Aunque normalmente entendemos que lo vintage y lo retro es similar, en realidad hay mucha diferencia. Lo vintage hace referencia a un estilo de decoración donde se emplean objetos antiguos de verdad (de más de 20 años) en buen estado de conservación. Por su parte, lo retro es muchísimo más amplio, porque alude un estilo de muebles y objetos creados en la actualidad pero inspirados por el pasado. En este sentido, comprar muebles vintage puede ser más caro y necesitar restauración, mientras que lo retro suele ser más fácil de adquirir.
Hoy en día es común oír hablar de un estilo de decoración llamado shabby chic
, por el que se alude a un estilo de decoración bastante femenino, bohemio y romántico, como podemos ver en este espectacular papel de pared.
Otro estilo vintage muy popular hoy en día es el old school, que alberga muchas ideas, pero que en general habla de espacios más masculinos y de inspiración rockera. Así lo vemos en este espacio muy varonil con objetos de caza y sofá acolchado, donde la mayoría de elementos son vintage originales, recuperados en anticuarios y mercados, incluso el papel pintado.
Un estilo muy interesante para una casa contemporánea es el llamado vintage industrial, donde se tratan de conseguir zonas similares a una fábrica, con mucho espacio vacío, vigas vistas, elementos de construcción (como cables o tuberías) expuestos, paredes de hormigón o cemento desgastadas… El truco es combinar este ambiente con toques románticos como este impresionante sofá.
Una cocina con aparatos modernos, puede ser de inspiración vintage. Solo es necesario combinar una cocina de fogones eficiente, una buena campana de extracción, con azulejos cerámicos de colores vintages (rojo, naranja intenso, azul eléctrico) y ollas retro. Si te apetece ver más ideas de cocinas vintage espectaculares, no tardes en leer este artículo.
Si tienes espacio en la cocina o el salón, ¿qué te parece decorar con una bici antigua? O mejor, ¡una scooter Vespa! Esta marca de motos se ha convertido en un emblema de lo vintage cargado de carisma. Según su estado de conservación, pueden rondar un precio que parte de 800 a 2.000 euros.
Un buen baño de estilo vintage necesita papel pintado romántico o azulejos de colores retro como azul eléctrico, naranja intenso, rosa o rojo. Los muebles de inspiración clásica con acabados dorados dan el toque final.
Una bañera clásica con patas es el elemento definitivo para un aseo de inspiración vintage. Una bañera exenta tiene un coste más elevado que un modelo convencional (entre 1.000 y 3.000 euros), pero su elegancia es incomparable.
A la hora de decorar un salón con un estilo retro, hay varios elementos fundamentales: un papel de pared impactante, lámparas bajas de luz indirecta y muebles viejos o de inspiración antigua. El resultado puede ser chocante, pero sin duda reflejará tu personalidad.
En los estilos vintage predominan los colores neutros y las texturas de madera y la forja, así como textiles tanto naturales como sintéticos. Por el contrario, en el estilo retro tienden a predominar colores más llamativos y mezclados, además de que se utilizan materiales plásticos, como el cuero y el vinilo.
Para un salón inspirado en los alegres 50, piensa en combinar colores y, sobre todo, en utilizar esos mismos colores en varios patrones diferentes, como en esta bella combinación de papel de pared y tapizado. Si te interesa saber más sobre papeles pintados y cómo combinar colores, un experto en diseño de interior puede darte valiosos consejos.
Si de verdad quieres recrear 1950 en tu cocina o salón, acude a mercadillos y tiendas online especializadas para conseguir muebles vintage de calidad. El precio puede ser más alto que una imitación, pero tendrás más confianza.
Una versión muy de moda hoy en día del estilo retro o vintage reutiliza los ambientes elegantes de los años 70, como en este salón con preciosos sofás de cuero, mesita con cristal negro y pósteres de inspiración retro en la pared.
Lo vintage, lo retro y las referencias temporales a diferentes épocas pueden convivir en tu salón armoniosamente. De hecho, si combinas referencias a diferentes periodos, conseguirás un efecto más personal y menos museístico.
Es posible mezclar con fluidez muebles vintage restaurados o bien conservados con otros muebles perfectamente modernos (como esta consola junto con sillas actuales). Lo fundamental es no acumular demasiada memorabilia vintage para evitar que el salón quede convertido en un almacén de recuerdos.
También los despachos pueden estar llenos de detalles retro o vintage. De nuevo, no hay que tener miedo de combinar un ordenador moderno con una consola antigua o un ventilador sacado de un mercadillo.
Un buen mueble antiguo puede restaurarse con respeto y, aun así, añadirle una capa de color alegre y vibrante. La clave es hacerlo con pintura de tiza o con un efecto decapado (se da una mano de pintura y se lija después), para que el mueble siga haciendo gala de su edad.