Es el rey de los colores fríos; versátil, sereno, puro. Donde quiera tiene cabida, porque sus tonalidades se adaptan a diversos estilos, climas y personalidades.
Así como la gama de colores azules es tan amplia, lo mismo pasa con sus significados. Por ejemplo, un tono claro evoca frescura y tranquilidad, mientras que los más oscuros comunican confianza e inteligencia.
Debido a que, por ser color primario, el azul está presente en muchos otros tonos es fácil de combinar; sin embargo su complementario directo es el naranja.
Cuando de decoración se trata las posibilidades son interminables, por lo cual si aún no te hemos convencido de incluirlo en tu paleta de colores, te invitamos a seguir leyendo.
Los principales tonos en el círculo cromático son azul verdoso, azul y azul violeta. En este orden, mencionamos también cuáles al rojo naranja, naranja y amarillo naranja como colores complementarios correspondientes. Toma esto en cuenta para lograr una armonía perfecta en tu cuarto y no olvides que el gris puede ser un aliado también; pero eso lo explicaremos más adelante.
Este tipo de azul destaca por su fortaleza y brillo, quizás pensamos en él cuando nos hablan del Espacio Exterior, o de un club nocturno. Claro que lo encontramos también en diseños habitacionales, de empresas, entre muchos otros. La cosa es que si se abusa de su uso el diseño puede resultar desagradable a la vista. Recomendamos usarlo con moderación, principalmente en mobiliario y accesorios, o sólo pintar una pared acompañada del resto en blanco.
Otra manera innovadora de utilizarlo es en la iluminación. Con la llegada de los focos led se fue poniendo de moda la práctica de agregar color a un espacio, sin la necesidad de agregar pigmentos en paredes o mobiliario. De igual forma se pueden agregar muebles con patrones o texturas, porque al final la luz será un accesorio “movible”; cuando se apaga, el color se va. Agrega luz blanca también para dar mayor iluminación y tener la opción de prender únicamente estas lámparas.
Éste es uno de los tonos más sofisticados de azul; es intenso, refinado. Permite agregar tonos complementarios brillantes sin recargar demasiado, pero también admite materiales como la madera clara, mecates o ratán.
Usarlo en espacios pequeños es totalmente aceptable, dependiendo con qué y cómo lo combines. El muro ayuda a realizar el recorrido el recorrido visual desde el frente de la cocina hacia el punto de fuga. Empatar los colores del azulejo con ambas paredes (blanco/azul) unifica el espacio, dándole además mucho dinamismo. Una vez más, la madera clara da carácter a la habitación.
Distinguiremos entre los claros brillantes y los claros apagados. Los primeros, a pesar de seguir siendo fríos suelen evocar vida, frescura. Estos funcionan excelente cuando se quiere lograr algo juvenil, colorido, con enjundia moderada. Suele verse acompañado del blanco; sin embargo, una forma diferente de incluirlo en tu paleta, es colocándolo como iluminador dentro, de un lugar “tomado” por azules más oscuros y apagados.
Las tonalidades apagadas de los azules claros cambian el propósito por completo. Si bien son muy bonitos requieren de accesorios interesantes para no ser aburridos. No es necesario agregar demasiado, porque puedes optar por un papel tapiz en tonos azules o con otros colores y dejar que los claros “sombreen” a los oscuros brillantes.
Es el más tradicional de los azules, normalmente muy formal, visto continuamente en trajes sastre u oficinas; sin embargo, tiene más que ofrecer. Al ser tan oscuro, acercándosele tanto al negro, por ejemplo, podemos agregarlo si se busca un diseño estructurado, pero no tan agresivo. En esta cocina se usó para las encimeras, que forman un medio cuadro; también se delinearon las alacenas, junto con el fondo detrás de la estufa. Esto dio continuidad y enmarcó el área, complementada por el mantel con un tono más brillante.
Los accesorios en azul marino entre colores claros y vivos son súper funcionales, pues se convierten en los puntos de sostén de la recámara. Por ejemplo, si tus paredes son blancas, adornadas con plantas verde chillante, el azul hará match de temperatura con el verde; al ser más oscuro y apagado traerán dimensión al cuarto, convirtiéndose en los focos de atención.
Como ya lo mencionamos anteriormente el azul es muy noble cuando de combinaciones se trata. Sin embargo, también es muy dominante, por lo que sentará el rumbo del diseño, aún si se utiliza en piezas pequeñitas.
Esta combinación está sacada directamente por ubicación del círculo cromático. Aporta energía y relajación a la vez. Añadir tonos beige en los fondos, junto con una pieza de acento, como en este caso lo es el sillón individual amarillo, darán una sensación de madurez alegre a la habitación. Cada pieza destaca por sí sola, pero a la vez se complementan perfectamente.
Una mancuerna genuina. El blanco acompaña al azul en todo momento dejándole el protagonismo, pero siempre presente como una base sólida. Quizá una de las mezclas más bonitas de estos colores es cuando el azul es claro y apagado. Proyecta estabilidad, calma, juventud madura. Sumar mobiliario de madera clara le da un toque francés, muy estilizado.
Es un contraste de temperatura puro. Muestra dos personalidades distintas; la alegría y la seriedad, la energía y la relajación, el día y la noche. Juntos son poderosos, pero en cualquier diseño es recomendable mediarlos con un tono neutro (blanco en este caso). La madera de las mesas, en conjunto con los árboles ayudan a romper la tensión, para así armonizar el espacio.
Son dos colores puros; al reunirlos obtenemos un contraste de saturación un tanto agresivo. Por eso se sugiere agregarlos como accesorios o bien, bajándole la intensidad a alguno de los dos. En este caso fue el azul el que sacrificó su intensidad, para generar una verdadera armonía. Aún así puede mantenerse el tono brillante en detalles pequeños, como la vasija de cerámica.
Es una de las combinaciones más utilizadas con el azul. Éste será el que determine el rumbo del diseño, mientras que el gris servirá únicamente como acompañante. Pongamos un ejemplo: mientras más apagado es el azul, más sobrio se verá el cuarto. Mientras más vivo/claro sea el azul, como un aqua o cielo, la habitación se tornará con mayor jovialidad. Modificar el tono del gris no modificará este “regla” demasiado; sin embargo, en todos los casos, siempre ayudará a dar profundidad.
