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El vino es un elemento que ha acompañado al ser humano en su vida cotidiana desde el principio de los tiempos. Presente en el arte, en la literatura, en la pintura y también hoy en cualquier cena con encanto… el vino constituye un elemento de bienestar para sus degustadores. Su poder de seducción hace obligatorio que le demos el cuidado que se merece. Eso lo sabe Dragon Cellars, que nos presenta unos diseños impactantes de bodegas y cavas de vino que se ajustan al ambiente deseado. Desde lo tradicional hasta un viaje al futuro. Ya sabemos que para gustos, los colores: pero en cuanto al vino, hay consenso. Un buen vino merece una bodega exclusiva. Aquí encontrará algunos ejemplos.
Tanto para los que trabajen en el sector de la restauración como para los amantes del vino, su bodega será su mejor carta de presentación. En primer lugar, reflejará cuál es su estilo personal. En segundo lugar, denotará dónde concibe al vino en el tiempo y en la sociedad. De ahí que sea necesario que el expositor sirva para almacenar el vino de manera inteligente, que nos impregne con una estética rebosante de estilo y diseño.
La antigüedad de la presencia del vino en la sociedad no le impide integrarse perfectamente con los looks más modernos y rompedores. Para aquellos restauradores que busquen brindar a sus clientes exquisitez y vanguardia, Al Fuentes nos presenta unas bodegas que destacan por su iluminación de colores. Esta mezcla entre modernidad y tradición actualiza el significado del vino, que, con todo, se reafirma como elemento imprescindible de la sociedad.
Dragon Cellars osa jugar con el tiempo. Y lo mejor es que el resultado es excelente. Esta bodega fusiona pasado y futuro para brindarnos un espacio único, que nos transporta a épocas que aún no hemos llegado a ver. La iluminación de esta bodega, que opta por unos tenues tonos oscuros, consiguen crear un ambiente aislado, en el que el usuario siente que se adentra en un mundo desconocido. Se materializa así la comunión entre lo añejo y lo desconocido: seducción al máximo.
Al Fuentes también se atreve con aquellos que prefieren recurrir a la tradición y a la seguridad. Si la apariencia clásica es lo que más acorde se encuentra con el estilo que queremos darle a nuestro restaurante o a nuestra bodega particular, aquí encontramos una sugerente propuesta. Los tonos madera envuelven a la testura y al sabor del vino, fundiéndose con él. Lo mejor: esta bodega maximiza el espacio y nos brinda una gran capacidad de almacenamiento.
Para los que no tienen secretos: bodegas de cristal. La posibilidad de delimitar un espacio para nuestro vino que, a su vez, transmita sus vibraciones hacia el exterior crea un ambiente de diseño y serenidad. El vino como algo integrado en nuestro espacio habitual. El hecho de crear un espacio separado denota la importancia de la bodega: no puede estar en cualquier sitio, es un lugar V.I.P. Un espacio al que todos tienen acceso visual pero, sin embargo, no a todos se les concede el placer de disfrutarlo.
