En este libro de ideas les traemos un nuevo proyecto de los profesionales de HZ Arquitectos Santiago. Se trata en esta oportunidad del paisajismo de un jardín, ubicado en Huechuraba, Santiago. El encargo de los mandantes consistió en hacer que este espacio exterior de 58 m2 de superficie dejara de sentirse encerrado
al estar por un lado limitado por el muro perimetral, pero también muy expuesto a la vista de los vecinos, ya que este mismo muro carecía de la altura suficiente como para preservar la intimidad y privacidad de la familia cuando se encontrara disfrutando de su jardín.
Adicionalmente, este espacio debía ser un lugar de relajación y contemplación para los adultos y un lugar donde los niños tuvieran el espacio suficiente para jugar y disfrutar a sus anchas. Así que se plantean tanto en el tema del muro perimetral como en el diseño del jardín propiamente dicho, dilemas contradictorios y funciones duales que los arquitectos resolvieron valiéndose de un paisajismo flexible y creativo.
Acompáñennos a conocer este jardín y a develar cuáles fueron las soluciones que determinaron el éxito rotundo de diseño y la ejecución de este paisajismo.
Los jardines planos son muy convenientes para realizar actividades al aire libre, pero cuando carecen de vista pueden sentirse un poco encerrados si el metraje no es abundante. Por si fuera poco en este caso, el muro perimetral hacía sentir su presencia, pero sin solucionar uno de los problemas planteados por los mandantes: la falta de privacidad.
Esta fue la propuesta que se les enseñó a los mandantes y que junto con el presupuesto de $6.500.000 fueron aprobados para dar comienzo al proyecto. La ejecución de los trabajos duro 2 semanas.
Para resolver el problema de la falta de privacidad planteado en el jardín original, los arquitectos usaron bastidores de madera como una solución tan atractiva como práctica ya que bloquea las visuales de las viviendas vecinas. Al mismo tiempo se trata de un material orgánico y natural, ideal para ser usado en el jardín.
En un rincón, se planeó un espacio dedicado a la contemplación y la meditación, que se completó con la fuente, cuarzo blanco, flores un banco de madera y una iluminación a tono con la serenidad que se deseaba transmitir.
Para ocultar el muro perimetral, se utilizaron plantas de laurel en flor que ya se encontraban en el jardín y se sumaron bambúes acompañando la estructura. De esta forma y sobretodo cuando la vegetación crezca y espese, el muro que provocaba esa sensación de encierro, se habrá desdibujado en favor del verde.
El resto del jardín, se reservó para que los niños pudieran aprovechar al máximo el espacio cuando se encontraran afuera, realizando juegos, actividades deportivas y disfrutando de los beneficios de estar al aire libre.
Las fuentes en el jardín tienen una belleza que va mucho más allá del la estética, ya que el sonido del agua produce un maravilloso efecto sedante, que hará que el tiempo que pasamos al aire libre sea una experiencia aún más benéfica.
Otro proyecto de estos profesionales en el link: Remodelación de cocina y comedor en un departamento en Providencia, Santiago.