Encimeras de granito: una pieza única

José Manuel Peñalver Romero José Manuel Peñalver Romero
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El granito es uno de los materiales más demandados y empleados en el uso de encimeras para la cocina. Es una piedra decorativa de origen natural, de gran dureza y resistencia a la abrasión y el rayado, que soporta perfectamente las temperaturas elevadas. Existe una gran variedad y tipos de granito, tanto nacionales como de importación, con multitud de colores y formaciones naturales de extraordinaria belleza, que hacen que cada placa de granito sea una pieza única. Otra ventaja del granito es que es un material ecológico y reciclable. Siempre resulta frío al tacto porque no transmite calor y es buen aislante. Añade valor económico a la casa y colores que ningún otro puede ofrecer. Es resistente y duradero y previamente, antes de su instalación, necesita ser sellado adecuadamente para evitar la formación de manchas y filtración de ácidos. Con tantas ventajas la apuesta es fácil. Ahora bien la decisión de qué tipo de granito escoger, eso es otra cosa. Inspírate en las ideas que verás a continuación.

Negro sobre negro

Comenzamos nuestro recorrido en la cocina de este apartamento reformado integralmente. Se eligió el granito negro intenso para la encimera, el frontal y los copetes laterales. Combinado con el color blanco de los muebles a medida, perfectamente integrados, transmite un aroma de elegancia que refleja la satisfacción de una elección bien tomada.

¡Mamma mia, qué encimera!

Lujosa, amplia y con clase. Esta encimera de granito pulido en tonos tierra, se hace la dueña de toda la cocina, rodeándola desde el área de cocinado hasta la zona del fregadero. Con amplia superficie de trabajo y un grosor adecuado a sus grandes dimensiones que evita la fractura por sobrecarga. Un diseño envidiable que nos llega desde Italia.

Personalidad en detalle

En la esquina de esta otra encimera, apreciamos el sinuoso juego de las vetas de la piedra como mucho más detalle. Una atractiva combinación de tonos grises, oscuros y blancos que otorga una gran personalidad. Trabajar sobre una superficie con formas naturales hace que la experiencia de cocinar sea mucho más entretenida.

En una isla muy concurrida

Tras la reforma de este ático de Córdoba, se ganó un espacio visual compartido para la cocina y el salón. Ese espacio fue también traducido a los tonos claros para la cocina eligiendo un encimera blanca que cubriera toda la superficie de la isla, dejando encastrados el fregadero y la placa vitrocerámica. Una cocina tan elegante y diáfana es lógico que acabe siendo una zona muy concurrida.

Quedarse de una pieza

Es lo que sucedió en esta isla de cocina al instalar la encimera de granito moteado gris oscuro. Una sola pieza se quedó definitivamente y para siempre. Con tanta fuerza y personalidad lo hizo que el propio fregadero tuvo que imitar su estilo y parecer una parte más de tan espectacular pieza. Su acabado pulido no es más que el reflejo de un tradicional gusto por lo elegante.

A la altura de las circunstancias

En el diseño de esta cocina se jugó con dos niveles diferentes: una zona común de fregadero y vitrocerámica, y un ala, a una altura inferior, añadida adicionalmente como área de trabajo. Sobre todas ellas, granito en tonos oscuros al igual que en los copetes del perímetro de la encimera. El resultado, un interesante quiebro a dos niveles que crea la sensación de un espacio diferente.

Entre ayer y hoy

Antigua y moderna a la vez. Una combinación en la que convive perfectamente integrada una encimera de granito ceniza, ligeramente biselada en los bordes y troquelada en las escuadras para adaptarse a la forma estriada de las esquinas del mueble de cocina.

Para ti lo ancho

En esta encimera de granito blanco encontramos dos anchuras diferentes para distintas zonas de trabajo. Donde se encastra el fregadero, un espacio un poco más estrecho y la zona de corte y pequeños electrodomésticos mucho más ancha y amplia. El grosor de la encimera es un detalle que realza aún más el carácter que imprime el granito en este diseño de cocina. 

Sin andarse por las ramas

Esta propuesta es bien directa. Mucho más minimalista, aunque con cierto aire oriental. El blanco del granito contrasta con el oscuro de los muebles inferiores, mientras hace juego con los más altos. La grifería y la decoración parecen estar pensados para mantener esa combinación de blancos y negros. Una pequeña cornisa invertida remata el borde de la encimera añadiendo un sutil detalle de elegancia casi escondido.

Enfrente y a continuación

En muchas de las construcciones actuales, la cocina está distribuida en paralelo, donde están muy bien definidas cada una de las zonas: fregadero, zona de cocción y columnas. Esto hace que pueda fragmentarse el mobiliario y, cómo en este caso, instalar dos encimeras diferentes: una de granito negro donde va encastrada la vitro y otra de granito veteado en blanco y tonos ceniza para el fregadero y el hueco de enfrente donde colocar los pequeños electrodomésticos como cafetera o exprimidor.

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