La terraza es una parte elevada de un edificio o una casa, generalmente protegida por una baranda. En su mayoría son espacios descubiertos o semicubiertos, amplios y espaciosos, que se usan como lugar de estar, de reunión, de entretenimiento o relajación. Su condición de elevación exterior permite otra perspectiva; una visión más macro del entorno circundante, una vista nueva del paisaje.
Si bien algunos llaman terrazas a los ambientes exteriores sin necesidad de elevación, aquí referiremos sólo a los que están en altura. Condición que tiene la ventaja de una vista
distinta, una visibilidad más amplia y general del ambiente periférico.
Los edificios cuentan generalmente, por su estructura, con una terraza en su último piso. Pero no así la mayoría de las casas de dos plantas. En una casa, teniendo la posibilidad de elegir, optar por este ambiente exterior elevado es sin dudas una gran elección que sólo aportará mejorías y virtudes: más vista, más aire y más luz.
Seguramente la terraza resultará el lugar preferido por todos los integrantes de la casa, no sólo por las ventajas antes descriptas (el aire, la luz, la vista) sino porque allí mismo se pueden crear distintos ambientes de esparcimiento. Un mismo espacio puede tener una parte techada para resguardarse de la lluvia y el sol, otro sitio con mesa y sillas, un lugar con reposeras para disfrutar el verano. También puede crearse una zona de intimidad con algún cerramiento extra para refugiarse parcialmente del viento y hasta disponer una pequeña huerta o invernadero para los amantes de la jardinería.
En cuanto a materiales para construir una terraza todo dependerá del estilo arquitectónico de la casa, del gusto de su propietario, la disponibilidad de materiales y las posibilidades de ejecución.
Las opciones son múltiples y variadas. Por ejemplo, los pisos estucados, de cemento alisado, microcemento o baldosones requerirán menor mantenimiento para una terraza práctica y fácil de limpiar. Mientras que los pisos revestidos en madera demandarán un cuidado mayor pero otorgarán calidéz. Los más osados querrán una “terraza verde” y combinarán la tierra y el pasto. No habrá que olvidar, en cualquier caso, una buena membrana impermeabilizante.
Una terraza es una invitación al disfrute, a un contacto mayor con el medio ambiente y, porque no, a estar más cerca del cielo.