Remodelaron su fachada con poquito dinero

Flavia Pascazi Flavia Pascazi
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Las casas antiguas tienen un encanto y personalidad únicas, sin contar con su maravillosa y amplia distribución que poco vemos en las nuevas viviendas urbanas. Aunque en su época fueron joyas de arquitectura, el paso del tiempo y el deterioro no perdona nada que esté a su paso. Así como las modas y tendencias cambian, las fachadas de las casas también deben refrescarse cada cierto tiempo, haciéndole un cariñito al exterior para mantener el inmueble impecable y siempre a la vanguardia. Hoy, te presentamos el espectacular cambio realizado por los profesionales de Aide Arquitectura, quienes supieron renovar una vivienda de estilo colonial para adaptarla a las tendencias del mundo moderno.

Antes: Un frente totalmente colonial

La impactante vivienda colonial antes de la remodelación presentaba un marcado estilo colonial entre materiales, lineas y distribución general. Los colores tierra, el porche y el gran plano inclinado del tejado conforman una vivienda de una sola planta con tejas decorativas en su sección superior. Contando con una excelente distribución y terreno, los propietarios quisieron darle un aire moderno y hacerla resaltar entre el resto de las casas del vecindario, a continuación te mostramos el resultado de la renovación.

Después: Elegancia y colores moderno

¡Voilá! Con algunos cambios netamente superficiales, la casa presenta un nuevo aire que renueva y refresca por completo sus fachadas. Gracias a su buen estado estructural y majestuosa infraestructura, la renovación a la vivienda fue un trabajo económico y estético, mejorando ciertos detalles en los frisos y aplicando un concepto moderno que se acoplara a las formas de la vivienda.

Renovando la paleta de colores

Uno de los cambios más impactantes y notorios en ésta vivienda es su paleta de colores, emigrando desde los tonos cálidos y tierra hasta los grises en diferentes matices. El concepto monocromático con un tono neutral y elegante convirtió a ésta casa en una vivienda moderna con solo unas manos de pintura, combinando el color blanco para detalles puntuales como la estructura externa y los protectores de las ventanas.

Mezclando lo viejo con lo nuevo

Para no entrar en renovaciones con trabajos que requiriesen demoliciones o mano de obra extenuante, el patio y el porche se dejaron prácticamente intactos, conservando el piso original de caico que añade calidez a la entrada principal de la vivienda. El patio frontal se mantuvo como un jardín, contrastando el vivo color verde del pasto con el elegante tono gris de las paredes y tejado.

El nuevo acceso

Compuesto por intersecciones de formas sencillas, el nuevo acceso y muro perimetral reemplazan a la antigua cerca de rejitas blancas, presentando un frente principal mucho más imponente y moderno, ofreciendo mayor protección. Manteniendo los mimos tonos de la fachada, la entrada de la calle hacia la casa cuenta con un alero de protección que se convierte en parte del cerramiento, utilizando un tono beige para la pared donde se ubica la puerta principal.

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