El diseño de interiores es una disciplina que se compone de una serie de factores. Uno de los más ricos es el de los textiles. Las cortinas resultan ideales para hacer un statement decorativo, aportando color, textura y estilo.
El uso de cortinas no tiene por qué limitarse a las ventanas. Podemos valernos de ellas para crear rincones íntimos en livings, dormitorios e incluso terrazas. Las cortinas además de tener un valor estético maravilloso son una solución para brindarle privacidad a los ambientes en forma de pantallas que bloqueen miradas indiscretas desde el exterior hacia el interior.
También gradúan la iluminación natural y por ello su función en los dormitorios es tan importante, ya que incluso de noche en las ciudades grandes mantienen una luminosidad nocturna que interfiere con el descanso.
Por todas estas razones, las cortinas tienen un papel bastante protagónico en la decoración de interiores.
Las cortinas son la solución decorativa ideal para darle a un ambiente determinado un aire completamente nuevo. Los colores, los géneros, los motivos, la textura y el tipo de cortina nos brindan multitud de opciones fabulosas precisamente por su versatilidad. Ya sean cortinones o visillos, paneles o blackouts, las cortinas siempre enriquecen los espacios.
Si queremos darle un toque de elegancia intemporal a un ambiente, las cortinas que van del techo al piso serán suficientes para llevar cualquier espacio a un nivel muy superior. Los géneros más sofisticados son terciopelo, encaje, organza y raso. El voile resulta maravilloso si queremos mantener la luminosidad en el interior.
Existe la creencia de que los ambientes modernos se ven mejor con versiones muy estilizadas de cortinas como paneles o blackouts. Nada más falso. Una cortina con una impronta vanguardista en colores audaces y motivos lineales o geométricos se verán fabulosos en livings o dormitorios de estilo moderno.
Las cortinas son una herramienta cromática que o bien puede supeditarse a una paleta pre-existente, o pasar a ser la tonalidad dominante. Podemos usar géneros unicolor o decantarnos por diversos motivos como rayas, cuadros, lunares o toile, por nombrar unos pocos. Por otro lado la elección de los colores para cada ambiente debería obedecer a lo que se conoce como psicología del color
ya que dependiendo de la función de cada espacio elegiremos el color que mejor se adapte a ella. Para las áreas sociales por ejemplo, los colores alegres como violetas, amarillos, turquesas o rosas intensos, equilibrados con tonalidades neutras o sobrias harán maravillas en el estado de ánimo de nuestros invitados. La cocina puede decorarse con cortinas en colores más vibrantes que aporten vivacidad y favorezcan la actividad, como naranjas o rojos. Los dormitorios y baños por el contrario, se verán favorecidos por tonalidades más reposadas en la gama más fría, que transmitan calma y favorezcan el relax, como grises claros, celestes, verdes y lilas.
Existen tres opciones: o acudir a una tienda de cortinas con su amplio abanico de ofertas y posibilidades, con sus vendedores y los técnicos para instalar las cortinas en casa o comprar el género en una tienda de telas y contratar a alguien para que nos ayude a instalarlas. Por último podemos hacer nuestra investigación online, buscando sitios web como homify que reúnen en su plataforma a proveedores de experiencia y calidad comprobadas con muestras fotográficas de su trabajo. Todas las opciones son válidas y lo que debemos tener en cuenta al momento de elegir las cortinas es la calidad del género, que sea lavable, que no destiña ni manche y que sea resistente al sol.
Como hemos mencionado antes, las cortinas no tienen por qué limitarse a las ventanas. De hecho podemos crear combinaciones realmente interesantes coordinando las cortinas con otros textiles en un ambiente determinado e instalando cortinones en otros rincones que le aporten textura y creen pequeños espacios íntimos.
El primer y más importante tip viene con la instalación: hay que pensar en un sistema que sea práctico a la hora de desmontar las cortinas o evitaremos lavarlas. Por otro lado basta con sacudirles el polvo y aspirarlas suavemente una vez por semana para mantenerlas en buen estado, ya que no es necesario recurrir al lavarropas con excesiva frecuencia o el género perderá su frescura. También existen limpiadores al seco y aerosoles quitamanchas que absorben olores penetrantes como el del humo del cigarrillo, por ejemplo.
Aprovechemos entonces las cortinas en general y los textiles en particular para vestir nuestros ambientes y brindarles la riqueza estética que merecen.